Leishmaniosis: cómo detectar las señales de advertencia

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Si tú y tu perro viajan con regularidad a zonas cálidas, de playa, tu mascota podría estar expuesta al riesgo de contraer leishmaniosis.

La leishmaniosis (también llamada leishmaniasis) es una enfermedad común en zonas cálidas de Argentina, así como en el extranjero, por ejemplo en España, Portugal, el sur de Francia, Italia y Grecia. Con la popularidad de los pasaportes para mascotas y la facilidad con la que los perros pueden viajar actualmente dentro de Argentina y por Europa, es necesario que conozcamos los efectos de la leishmaniosis en los perros y sepamos identificar sus signos.

Viajar con tu perro puede ser una experiencia genial: no tienes que dejarlo en una pensión y no tienes que preocuparte porque se sienta excluido. Además, tus fotos de vacaciones siempre lucirán mejor si en ellas aparece tu perro. La desventaja es que puedes exponerlo a parásitos y enfermedades de las que habitualmente no te preocuparías en casa.

La leishmaniosis es una de esas enfermedades. Es muy común en las regiones cálidas porque el parásito que la causa (Leishmania infantum) se transmite por medio de flebotomos. Los flebotomos hembras se comportan de la misma forma que los mosquitos; pican muchas veces y, si se alimentan de la sangre de perros infectados, transmiten el parásito a sus siguientes víctimas. Puesto que existen dos tipos de leishmaniosis (la visceral y la cutánea), esta enfermedad puede afectar diversas partes del cuerpo del perro. Estos son algunos de los signos más comunes.

Problemas de la piel

Las lesiones con costras, la piel abierta y con comezón y la caída de pelo son signos típicos de la leishmaniosis cutánea. Estos signos suelen aparecer cerca de la boca, las orejas y los ojos del perro, y también en las rodillas y los codos. Los perros infectados por lo general tienen el pelo opaco y maltratado, y las heridas de su piel suelen sangrar.

Daños en uñas y patas

Otro signo distintivo de la leishmaniosis cutánea son las uñas largas y quebradizas que crecen más rápido de lo normal y, si no se recortan, pueden deformarse. También puede haber lesiones molestas en las almohadillas de las patas.

Pérdida de peso y falta de apetito

La leishmaniosis visceral afecta los órganos internos, entre ellos el hígado, los pulmones y la médula ósea. Los signos del daño en órganos incluyen pérdida de peso, falta de apetito y diarrea crónica grave. La leishmaniosis puede ser letal si no se administra el tratamiento adecuado, porque provoca insuficiencia hepática o renal.

Inflamación articular

Los perros infectados también pueden tener inflamación en las articulaciones o en las patas, que puede ir acompañada de fiebre y falta de energía muy notoria. El problema con el diagnóstico de la leishmaniosis es que el parásito puede permanecer latente en el cuerpo del perro durante varios meses, o incluso años, sin que produzca ningún signo evidente. Además, algunos perros son más resistentes a la enfermedad que otros y no hay manera de predecir si un perro podrá mantenerse sano si llega a infectarse.

Tácticas de prevención

Existen diferentes medidas de prevención disponibles. Una de ellas es vacunar a tu perro contra la leishmaniosis antes de viajar con él a un país mediterráneo. La vacuna consta de varias inyecciones que deben aplicarse con antelación al viaje; consulta al médico veterinario para obtener información detallada al respecto.

También se recomienda reducir el riesgo de picaduras de flebotomos con el uso de un repelente de insectos apto para mascotas. Los flebotomos son más activos entre el atardecer y el amanecer, por lo te aconsejamos que evites los paseos nocturnos (particularmente en zonas boscosas, parques y jardines) y nunca dejes que tu perro duerma al aire libre durante el viaje.

Si tu perro contrae leishmaniosis, puede recuperarse por completo si la infección se detecta y trata a tiempo. El diagnóstico correcto de la leishmaniosis puede ser muy complicado, pero siempre debes buscar asesoramiento veterinario si sospechas que tu perro pudo haber recibido picaduras de flebotomos o si presenta signos posibles de leishmaniosis.

Si te preparas con antelación, no habrá razón por la que no puedas llevar a toda tu familia en tus próximas vacaciones.

¿Sabías que...?

Solo las hembras de los flebotomos pueden transmitir la leishmaniosis (los machos no pican). Las hembras ponen sus huevos en piedras cercanas a corrientes de agua. De los huevos surgen larvas que escupen una especie de seda con la que se sujetan a las piedras.

 Aquí encontrarás más información útil para viajar con tu mascota.

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