Ve el increíble desarrollo de un cachorro dentro del útero de su madre y los notables cambios por los que pasa en sus primeras semanas de vida.
El periodo de gestación de los perros dura apenas unas 9 semanas, pero en ese lapso ocurre una transformación fascinante. Y todo esto pasa antes de que nazca e inhale aire fresco por primera vez. Conoce aquí el impresionante desarrollo de un cachorro, desde el útero de su madre hasta el inmenso mundo exterior.
Etapa prenatal
Semanas 1-2. De la célula al feto
¡Hurra! Hoy mi óvulo quedó fertilizado en la trompa de Falopio y puedo empezar mi grandioso viaje. Acompañado de mis futuros hermanos y hermanas, voy de camino al útero. Nos distribuimos bien para que nadie se quede solo y nos acomodamos juntitos en la suave pared uterina. ¡Me divido de 4 a 64 células y muy pronto tengo cabeza y columna vertebral!
Semanas 3-4. ¡Tan grande como una avellana!
Ya es el día 19 y ya me escondo mejor dentro de la pared uterina. Por desgracia, esto puede provocarle algunas molestias a mi mami, pero no durarán demasiado. Durante la cuarta semana mi cabeza crece y se forman mis ojos y mis primeras vértebras. Ahora estoy creciendo muy rápido y mi tamaño casi se triplicó. ¿Sabías que ya mido unos 15 mm?
¡Soy del tamaño de una avellana! Ya también se formaron mis órganos. Si los dueños de mamá quieren vernos por primera vez, el médico veterinario puede ayudarles con un ultrasonido.
Semanas 5-6. ¡Soy cachorrito!
Cada vez me parezco más a un cachorro real, con dientes, dedos, uñas y bigotes. Ya puedo cuidarme bien porque mis órganos están casi totalmente formados. Mi piel ya tiene el color con el que naceré. Mi mami tiene algunas molestias porque ha subido mucho de peso y a nosotros nos gusta movernos aquí adentro como si estuviéramos en una alberca. Lo que me emociona es que ya es posible distinguir si somos cachorritos o cachorritas. Y adivina qué... ¡Yo soy cachorrito! Tuve suerte de conseguir un buen lugar aquí en el útero. Como estoy más o menos a la mitad, donde llega la mayor parte de los nutrientes, me estoy convirtiendo en el más fuerte de la camada. Después de seis semanas ya peso unos 6 gramos y mido 45 mm.
Semanas 7-9. Me preparo para salir a conocer el mundo
Los dueños de mamá ya pueden verme con mucha claridad en la pantalla del ultrasonido, porque mi esqueleto ya casi terminó de formarse. También pueden sentir cuando intento dar pataditas. La panza de mami ya casi no tiene pelo, para que después nos sea fácil encontrar dónde alimentarnos. Las últimas semanas son muy difíciles para ella, ¡pero ya falta poco para que nazcamos! Toda mi energía la invierto en crecer, crecer y seguir creciendo. A mi mami se le dificulta comer, porque nosotros ocupamos mucho espacio acá adentro. Llevar una dieta más concentrada puede ayudarle mucho. A partir del día 57 (al comienzo de la novena semana) ya puedo salir con seguridad, aunque lo más común es que espere entre 60 y 63 días para nacer. ¡Estoy ansioso por comenzar a jugar!
De recién nacido a las 2 semanas. ¡A dormir y a crecer!
Pues bien, aquí estamos. ¡Hola, mundo! Aunque la verdad es que aún no puedo ver nada. Ni oír nada. Estaremos ciegos, sordos y sin dientes durante una o dos semanas, y tampoco podremos regular nuestra temperatura corporal en este lapso. Mis hermanos, mis hermanas y yo dependemos de mi mami y de nosotros para estar calientitos, así que nos acurrucamos muy cerca unos de otros.
Estas semanas hemos estado muy ocupados en crecer, ¡y por eso paso el 90 % del tiempo dormido! Toda la energía que tengo la uso para crecer, y mi peso aumentó casi el doble en los primeros 10 días.
Aún no sostengo el peso de mi cabeza, pero puedo arrastrarme usando mis patas delanteras.
Semanas 2 a 4. ¡Ya puedo ver! ¡Y oír! ¡Y caminar! ¡Y hablar!
Han sucedido muchos cambios en mi segunda semana de vida. Mis oídos y mis ojos ya están abiertos y ahora percibo de una forma totalmente nueva el mundo que me rodea. Mi mami luce tan linda como me la imaginaba, al igual que mis hermanitas y hermanitos peludos. Ya estamos empezando a platicar más mediante pequeños aullidos, quejidos y ladridos. ¡Ah!, ¡Y lo que más me emociona de la tercera semana es que dimos nuestros primeros pasos!
Es una etapa de desarrollo físico y sensorial rápido para nosotros los cachorros, y estamos empezando a jugar entre nosotros e incluso ya probamos de manera descarada el alimento del plato de mamá. Estoy empezando a controlar un poco mejor mis ganas de ir al baño y me alejo de donde duermo cuando necesito orinar.
Semanas 4 a 12. ¡Llegó la hora de socializar!
Me dijeron que de la semana 3 a la semana 10, más o menos, es un periodo de socialización importante, ¡y que formaré vínculos que recordaré por el resto de mi vida!
La leche que produce mi mami empezó a escasear aproximadamente en la cuarta semana y ahora como mucho más alimento sólido. Para las seis semanas ya tengo toda mi dentadura de cachorro, y esto me sirve bastante a la hora de comer.
De la sexta a la octava semana es un periodo muy importante para mí en el que aprendo a aceptar a otros individuos como parte de mi familia. Aunque ya tengo 10 semanas de edad, me asusta un poco conocer personas nuevas y aprecio mucho que mis dueños sean muy cuidadosos con mi socialización durante este periodo de adiestramiento que, según sé, abarca de la semana 8 a la 12.
Quedarme con mis hermanitos, mis hermanitas y mi mamá en esta etapa me está sirviendo para aprender todo tipo de cosas útiles: la inhibición de la mordida, cómo entender y reaccionar a la comunicación normal canina y el lugar que tengo en la sociedad perruna.
Ahora que soy un cachorro de 12 semanas de edad, ya estoy listo para conocer a mis dueños y mudarme a mi propia casa. ¡Qué emoción!
Ahora que tienes un nuevo perrito, ¿qué nombre le vas a poner? Consulta nuestra guía acerca de los nombres para perro.