Biodogtor surgió hace tres años para impulsar el proyecto “La huella olfativa del cáncer”, que tiene como objetivo demostrar la eficacia del olfato de los perros en la detección del cáncer de pulmón y de colon.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander (IDIVAL) y hoy en día trabajan en su desarrollo tanto profesionales del mundo del perro como del ámbito médico.
El Dr. Fernando Rivera Herrero, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla e investigador principal del estudio, destaca la gran capacidad olfativa de los perros para detectar cantidades mínimas de ciertas moléculas, como son los rastros que la presencia de un cáncer deja en el aliento de una persona, que “pudieran ayudar a identificar de forma precoz si una persona, aparentemente sana, pudiera tener cáncer”.
Respaldo científico
Por su parte, el Dr. Ignacio Durán Martínez, también médico del Servicio oncológico del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y miembro del equipo que desarrolla la investigación, explica que han apoyado la iniciativa, en primer lugar, porque existen antecedentes en la literatura científica en los que se pone de manifiesto la potente capacidad de los perros para detectar sustancias a través del olfato, que según indica “era lo imprescindible para creer en este proyecto”.
En segundo lugar, señala que los proyectos de este tipo no suelen ser valorados positivamente para recibir soporte económico. “Nos parecía de una trascendencia importante el darle nuestro apoyo desde el Hospital”, comenta el profesional sanitario.
El inicio de Biodogtor
Al recordar cómo surgió el proyecto, Nuria González, Etóloga y Veterinaria de Biodogtor, nos cuenta que tras revisar una documentación en la que se narraba cómo un perro sin entrenamiento previo fue capaz de detectar un cáncer en su propietario, pensó que sería impresionante sumar la capacidad de los perros para detectar enfermedades y la experiencia que tenía su equipo en el adiestramiento y entrenamiento de perros.
José Luis García, Adiestrador canino de Biodogtor, precisa que se han dedicado a la detección de explosivos y drogas desde hace 15 años, y que hace 3 años iniciaron Biodogtor porque “Queríamos utilizar ese conocimiento que tenemos para un fin social (…) Podemos aplicar nuestros conocimientos y ser más útiles a la sociedad (…) detectando el cáncer”.
Para emprender la investigación, desde Biodogtor solicitaron ayuda a las familias para que sus perros participaran en el estudio científico. José Luis explica lo que valoran en el proceso de selección: “Nosotros buscamos perros juguetones, que quieran cooperar y que interactúan mucho con el humano. También perros que tengan una gran potencia olfativa”.
Nuria destaca que el desarrollo de un sistema para la detección precoz del cáncer no invasivo, altamente eficaz y con bajos costes, permitiría a los profesionales médicos optimizar los recursos del sistema sanitario.
El compromiso de Dejemos Huella
En estos 20 años impulsando vínculos entre personas y animales, Dejemos Huella ha apoyado a Biodogtor con la difusión de la labor que realizan sus perros para contribuir con la investigación médica y la detección precoz del cáncer.