TAG GARROTXA

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La historia de Tag Garrotxa comenzó hace varios años, cuando su fundador y jefe técnico, Jordi Marín, se informó sobre los beneficios de las terapias asistidas con perros en las personas mayores con demencia. Por ello, decidió comenzar un proyecto dirigido a aprovechar el lazo afectivo entre perros y personas para incentivar la interacción de los adultos mayores con el mundo que los rodea.

El equipo humano y canino de Tag, trabaja en hospitales, en centros ocupacionales y, principalmente, en residencias de personas mayores. También tratan a personas con demencias avanzadas, quienes presentan un nivel de desconexión con su entorno bastante importante. “El hecho de tener el perro al lado hace que estas personas conecten, eso es realmente sorprendente, cuando es por primera vez, te quedas fascinado con esa interacción natural”, nos explica Jordi.

Montse Blasco, enfermera coordinadora de Tag Garrotxa, nos comenta que el día a día de los perros de Tag es como el de cualquier otro perro que vive en un entorno familiar, pues salen a jugar, van de excursión y acompañan a la familia en sus actividades. Para ella, la convivencia con animales es algo imprescindible, pues “te dan un cariño y una relación especial, siempre están contentos de verte, siempre te miran a los ojos y parece que te ven más allá”.

Por su parte, Jordi nos recuerda que la educación es la base para fortalecer la conexión entre personas y animales. “Si desde pequeños tenemos contacto con animales, los conoceremos, los sentiremos y serán parte de nuestra vida”, comenta.


De la apatía a la sonrisa

Desde la residencia para mayores Montsacopa, Salvador Vilar, director gerente, precisa que han trabajado con Tag Garrotxa desde 2017 y actualmente participan en las terapias unas 90 personas. “Sin duda, la participación en esta actividad contribuye a mejorar notablemente la calidad de vida de nuestros usuarios”, señala.

Anna Turon, educadora social de Montsacopa, considera que lo más sorprendente de las terapias con perros es el cambio de actitud que se observa en los participantes, “especialmente cuando pasan de la apatía a la sonrisa”. Recuerda de forma especial a la señora María, quien participa en las terapias y, siempre que interactúa con los perros, dice: “Para mí, siempre es más importante tener el perro delante que tener el mayor diamante de todo el mundo”.


El compromiso de Dejemos Huella

En estos 20 años impulsando vínculos entre personas y animales, Dejemos Huella ha colaborado con el proyecto Tag Garrotxa, apoyándoles en los controles sanitarios de los perros, para que puedan continuar favoreciendo la interacción de las personas mayores con su entorno y ayudándoles a mejorar su calidad de vida.

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