Cómo enseñar a un gato a usar el arenero

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Enseñar a un gato a usar el arenero no debería ser complicado.

La llegada a casa de un gato joven o adulto debería ser un momento especial tanto para la familia como para el nuevo integrante. Seguro que estás muy emocionado/a por empezar a jugar con él y mostrarle su nuevo hogar, pero enseñar a un gato dónde y cómo usar el arenero es fundamental para garantizar que se sienta a gusto. Te damos cinco pasos útiles para educar a tu gato que te permitirán evitar el estrés y en los que podrá participar toda la familia.

1. Elige el arenero correcto para tu gato

Los gatos suelen buscar arena cuando quieren hacer sus necesidades, pero se puede intervenir de forma proactiva para enseñar a un gato a usar el arenero. Según los expertos en conducta animal, la mayoría de los dueños compran areneros que resultan pequeños para su gato. Un buen consejo a la hora de comprar el mejor arenero para gatos es buscar uno cuya longitud sea, como mínimo, una vez y media la longitud del animal.

El estilo del arenero elegido también puede influir en el éxito de crear este hábito en el gato. Los gatos de edad avanzada pueden sufrir artritis, lo que les dificulta acceder a un arenero con los laterales altos, así que, en esos casos, intenta que sean bajos. A algunos gatos no les gusta o les pone nerviosos tener que usar un arenero cubierto o con forma de «caseta». Si tu gato tiene problemas para utilizar el arenero, la solución puede ser tan simple como adquirir otro distinto.


2. Selecciona la arena adecuada

Prueba con diferentes tipos de arena para ver cuál le conviene más a tu gato. Los dos tipos principales de arena son:

  • Arena aglomerante, que se compacta para formar grumos grandes cuando se expone a la humedad. Esto facilita y hace más rápida la limpieza del arenero; solo hay que retirar los grumos y añadir arena nueva. La arena aglomerante suele estar hecha de un tipo de arcilla absorbente, que puede desprender polvo y no es biodegradable, pero también existen en el mercado alternativas de fibra vegetal, que no sueltan polvo y sí son biodegradables.
  • Arena no aglomerante, que está hecha de distintos materiales, incluyendo cristales de sílice deshidratada. Este tipo de arena es más cara porque suele durar más tiempo, no desprende polvo y es biodegradable. Otras arenas no aglomerantes o apelmazantes están hechas de papel reciclado y biodegradable, o bien de gránulos de madera de pino, que son muy absorbentes y no sueltan polvo. Por lo general, estas últimas deben limpiarse con más frecuencia que otras arenas.

En caso de que hayas adoptado un gato adulto, intenta usar la misma arena que la que usaba en el lugar donde antes residía.


3. Piensa en la ubicación del arenero

Elegir la mejor ubicación del arenero para gatos es tan importante como escoger su tamaño y el tipo de arena. Debe situarse en un sitio tranquilo, que sea accesible y alejado del comedero del gato. Deberás enseñárselo en cuanto traigas el gato a casa, y recompensarlo la primera vez que lo utilice.

Si se trata de un cachorro, puedes educar a tu gato para que haga sus necesidades llevándolo al arenero varias veces a lo largo del día. Un buen momento es a primera hora del día y después de que coma. A los gatos les gusta tener privacidad cuando hacen sus necesidades, ¡así que no te quedes ahí de pie, observando! Puedes ir a comprobar que tu gato ha usado el arenero varios minutos después de que creas que lo ha utilizado.


4. Limpia el arenero regularmente para promover su uso

Los gatos son animales muy limpios, y no van a usar un arenero que lleve tiempo sin limpiarse. Saca los grumos de arena al menos una vez al día. Y una vez por semana, tira toda la arena, limpia la bandeja con un desinfectante o jabón suave, enjuágala con agua abundante y pon arena nueva.


5. Pon varios areneros

La mayoría de los expertos coincide en que deberías tener un arenero por cada gato que haya en la casa, más uno extra, por si acaso.

A los gatos mayores les cuesta desplazarse hasta el arenero, así que, en ese caso, también está justificado poner más de uno para asegurarte de que siempre tengan uno a mano.


Qué hacer en caso de que tu gato no haga uso del arenero

Si a tu gato no le gusta usar el arenero de forma sistemática, o si de repente deja de utilizarlo, sigue estos consejos sobre cómo educar a un gato para que use el arenero:

  • Independientemente de la edad que tenga, si deja de usar el arenero y comienza a defecar u orinar por toda la casa, debes acudir al veterinario para descartar la posibilidad de que esté enfermo. Las infecciones de las vías urinarias, la cistitis intersticial y los cálculos en la vejiga hacen que orinar sea doloroso, y por eso el gato evitará usar el arenero.
  • Si tienes varios gatos, asegúrate de que el/los otro(s) gato(s) no impida(n) al nuevo usar el arenero. Este problema puede solucionarse utilizando varios areneros y ubicándolos en sitios separados.
  • Comprueba la cantidad de arena que hay en cada arenero: la mayoría de gatos prefiere que la profundidad de la arena no supere los 5 cm.
  • En caso de que tu gato sea muy quisquilloso, tienes la opción de adquirir un arenero autolimpiable.

Es probable que tu nueva mascota tenga algún que otro accidente, sobre todo si se trata de un cachorro, pero con constancia y un poco de paciencia conseguirás educar a tu gato para que use el arenero.

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