Consejos prácticos sobre cuidados de un gato

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Ideas para asear y bañar a un gato.

Los gatos son animales limpios por naturaleza y pasan horas deshaciéndose nudos, lamiéndose y acicalándose. Si alguna vez has presenciado este riguroso proceso de limpieza, ya sabes lo cuidadosos que son con su higiene.

Pero eso no implica que no puedas ayudar a tu gato: al fin y al cabo, mantenerse tan limpio supone bastante trabajo. Aquí tienes algunas indicaciones para facilitarle esta tarea continua a tu mascota.


¿Por qué es importante asear y lavar a un gato?

Asear a un gato reduce la cantidad de pelo que traga mientras se limpia, así como el pelo que va soltando por toda la casa. Además, cuando cepillas a tu gato, extiendes por todo el cuerpo los aceites naturales que ayudan a mantener la salud de su piel y pelaje y le quitas los enredos y, quizá, semillas de gramíneas, que pueden provocar marañas, abscesos e infecciones cutáneas dolorosas.

Cepillar a tu gato también te brinda una buena oportunidad para comprobar si tiene parásitos o algo fuera de lo normal en la piel, las orejas y los dientes. Igualmente, mientras lo aseas y tocas, tienes más probabilidades de notar si le pasa algo y acudir antes a tu veterinario para que lo diagnostiquen y, en caso necesario, le manden el tratamiento que necesite.

Asear periódicamente a tu gato desde muy joven lo ayudará a acostumbrarse a que lo toquen y examinen, y os brindará momentos especiales juntos. Lo mejor de todo es que tu gato disfrutará de ese rato porque los mimos liberan endorfinas, que transmiten una experiencia placentera.

No todos los gatos necesitan todos los tipos de aseo, pero a todos les conviene que los cepillen y les corten las uñas. Además, algunos gatos pueden necesitar que les corten el pelo o los bañen.

Asegúrate de que tu gato está cómodo

A veces, los gatos se muestran recelosos a la hora de asearlos, por lo que conviene actuar con delicadeza y proceder lentamente para que aprendan a disfrutar el proceso. Empieza con sesiones breves y poco a poco alárgalas hasta los 5 o 10 minutos.

La frecuencia de las sesiones de limpieza dependerá del pelo, el estado de salud y las condiciones del gato:

  • Los gatos mayores suelen necesitar más ayuda con la higiene de las zonas más difíciles de alcanzar.
  • Seguramente será necesario cepillar a los gatos con acceso al exterior más a menudo para limpiar las semillas de gramíneas y las cortezas espinosas.
  • Los gatos que no salen de casa pueden necesitar que les corten las uñas con mayor frecuencia.

Para ayudar a tu gato a sentirse cómodo, tócalo con suavidad, pero con seguridad. Si muestras una actitud nerviosa, tu gato también lo estará. Recuerda premiar y alentar siempre a tu gato cuando se porte bien mientras lo aseas.


Cómo cepillar a un gato

La longitud del pelaje —pelo largo, medio o corto— determinará el tipo de cepillo para gato que debes utilizar. Pide consejo a tu veterinario de confianza para elegir el modelo adecuado. Cuando vayas a cepillar a tu gato, ten presentes los siguientes consejos:

  • Por lo general, las razas de pelo largo necesitan que las cepillen más a menudo que las de pelo corto, y puede hacer falta cepillarlas a diario para evitar enredos.
  • Céntrate en las zonas a las que a tu gato le cuesta llegar, como las axilas, la barriga, la zona bajo el cuello, detrás de las orejas y la parte posterior de las patas.
  • Si el pelo de tu gato está algo enredado, es posible que puedas desenredarlo cepillándolo con suavidad. Si está muy enmarañado, tendrás que cortarlo para no hacerle daño.

Ten cuidado con los utensilios afilados, como las tijeras y los cortaúñas. Considera pedir ayuda a un peluquero de gatos profesional o a una clínica veterinaria, sobre todo si no te sientes capaz de cortarle las uñas.


Aprovecha para detectar problemas cutáneos o parásitos en gatos

El proceso de aseo es un buen momento para examinar de cerca la piel y el pelaje de tu gato. Las pulgas, las garrapatas o los piojos en gatos pueden provocarles incomodidad o picores, e incluso contagiar enfermedades u otros parásitos, como la tenia.

Empieza pasando los dedos por el pelaje, palpándole la piel en busca de anormalidades. Luego separa el pelo y busca signos de heridas, erupciones, calvas, piel seca o escamosa, enrojecimientos y parásitos.

El pelaje sin brillo y la piel seca y escamosa pueden ser consecuencia del envejecimiento, una mala dieta, alergias, problemas de peso, infecciones cutáneas, diabetes, hipertiroidismo (glándulas tiroides hiperactivas) o parásitos. Si percibes algún cambio en el aspecto de la piel o pelo de tu gato, o si te preocupan sus orejas, habla con tu veterinario.


Revisa las orejas de tu gato

Mientras aseas a tu gato, presta atención a los siguientes signos de otitis:

  • El interior de las orejas tiene un aspecto húmedo o enrojecido.
  • Las orejas contienen más secreciones de lo habitual o bien secreciones distintas (un poco de cerumen es normal).
  • Tu gato reacciona cuando le tocas las orejas, cuando normalmente lo tolera.
  • Las orejas le huelen mal, sacude la cabeza o se araña las orejas.

Si tu mascota muestra cualquiera de estos signos de otitis, consulta con tu veterinario el tratamiento adecuado.


Cómo bañar a un gato

Algo tan simple como salir a jugar bajo la lluvia puede hacer que tu gato o gatito vuelva a casa empapado y hecho un desastre. Pero, pese a que a muchos gatos se divierten con el agua de los grifos o los suelos de ducha mojados, no a todos les gusta que los bañen.

La clásica enemistad de los gatos con el agua viene de lejos, ya que la especie proviene originariamente de zonas desérticas alejadas del mar. Esto los ha llevado a desarrollar una lengua áspera con la que realizan su propia higiene.

Si crees conveniente lavar a tu gato, es importante que lo vayas acostumbrando al agua poco a poco y nunca lo obligues a bañarse si no quiere, ya que podrías causarle algún trauma. Para evitarlo, busca un sitio tranquilo y llena con agua caliente un recipiente que no resbale.

Por suerte, a muchos gatos solo les hace falta bañarse cuando se les ensucia mucho el pelo, cuando no pueden asearse a sí mismos o si tienen algún problema cutáneo. Una de las soluciones para cuidar de la piel y el pelo de tu gato sin pasar un mal rato es el Shampoo Espuma Seca de Sano&Bello, que funciona con solo enjabonar la zona, pasarle un trapo seco y cepillarlo.

Los gatos pueden ser obstinadamente independientes e incluso rechazar la atención excesiva. Pero eso no significa que no necesiten tu ayuda. Asear a tu gato con regularidad ayuda a protegerlo de enfermedades y parásitos y contribuye a que tenga mejor aspecto y se sienta mejor que nunca. Y, lo mejor de todo, os unirá aún más.

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Actualizado a: agosto de 2020

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